Hoy nos apetece compartir con vosotros esta bonita historia que nos ocurrió hace un tiempo. De todos es sabido que en el campo de la psicología nos podemos encontrar con multitud de casos y todos diferentes. El trabajo con personas hace, que como profesionales, nos adaptemos al cliente, a sus necesidades, historia personal… y este es un claro ejemplo de ello.
Hace unos meses compartimos terapia con nuestro cliente y su mascota. El apoyo incondicional que el pequeño pelutito daba a nuestro paciente, se hacía necesario en las sesiones de terapia, y por supuesto, lo que ayuda a nuestros clientes, nos ayuda a nosotras a hacer nuestro trabajo de la mejor manera posible.
Que el perro es el mejor amigo del hombre, queda confirmado con esta imagen tan bonita y que siempre quedará en nuestro recuerdo. Muchas gracias a nuestro cliente por dejarnos contar su historia.
Laura Requejo del Rio
Licenciada en Psicopedagogía y especialista universitario en Terapia Cognitivo-Conductual en la infancia y la adolescencia.
