En nuestro día a día en la consulta, nos encontramos a muchas familias que vienen con la demanda de “mi hijo se despista y no consigue concentrarse” o, “es muy nervioso y le cuesta adaptarse a nuevas situaciones” y para nosotras en estos casos, es imprescindible trabajar la relajación y el autocontrol. Por ello, hoy queremos compartir este gran material que utilizamos en las sesiones con nuestros niños y nos gusta recomendar a sus padres.
Consiste en un libro dirigido a llevar a cabo la práctica de la meditación o mindfulness en niños de 5 a 12 años y a la vez compartirla con sus padres. Sirve como guía que ayuda a los mayores a saber cómo hacer una adecuada respiración, relajación y a “mantenernos atentos”. Un buen método de entrenamiento para hacernos conscientes de nuestras sensaciones y sentimientos y mostrar a los más pequeños cómo reconocerlos.
Una de las cosas más interesantes es que incluye un CD con meditaciones guiadas, con ejercicios simples y cortos que están pensados para una práctica diaria.
Su autora, Eline Snel, es una terapeuta holandesa que ha desarrollado un método de meditación específico para los niños. Se dedica a impartir cursos para maestros, psicólogos, padres y niños y es la fundadora de la Academia Holandesa para la Enseñanza de la Atención Plena.
¿Qué ejercicios incluye?
- Once audios de meditación con historias y ejercicios prácticos.
- Información sobre el mindfulness para niños.
- Consejos sencillos para padres para potenciar la atención en el momento presente y combatir angustia y estrés en los más pequeños.
- Historias de casos reales.
¿Por qué es beneficiosa la meditación en niños?
Hasta hace poco tiempo, la meditación en niños era un territorio inexplorado. En los estudios actuales que se centran en el bienestar infantil se ha descubierto que el mindfulness puede convertise en una herramienta que ayuda en el equilibrio emocional, las capacidades de resiliencia, la calidad de los intercambios familiares y las capacidades de atención, especialmente en cuanto al trabajo escolar y a los aprendizajes.
Y por supuesto es igual de importante que lo practiquen tanto los niños como sus progenitores.
Zoraida Benito Acero
Licenciada en Psicología
Psicóloga Sanitaria
Máster en Psicología Infanto-Juvenil